Todas las personas en el mundo manejamos realidades diferentes y por ende asumimos los retos de la vida de una forma también distinta. Hay que reconocer que a pesar de que en nuestro alrededor vemos personas con caras alegres y sonrientes, en muchas ocasiones detrás de esas mascaras se esconden realidades difíciles unas en mayor o menor consideración que otras.
Por tal motivo hay que ser realistas y reconocer que todo Ser que llega a este mundo tiene la gran responsabilidad de afrontar todo tipo de realidades en todas las etapas de su vida. Cada uno de nosotros tenemos que ser conscientes de que a lo mejor tenemos alguna dificultad que nos inquieta en la etapa actual en la cual nos encontramos y que por muy insignificante que parezca, nos puede estar consumiendo energías al tratar de evadirla. Cuando pensamos en esto, es posible que no seamos conscientes de nuestro comportamiento evasivo, el cual consiste en realizar actividades que nos mantengan distraídos y alejados de algunas realidades poco agradables como lo pueden ser malas situaciones laborales, familiares, sentimentales, académicas, existenciales, financieras, entre muchas otras cosas que nos afectan.
Los retos que la vida nos plantea en su debido momento para muchos pueden sonar como “tragedias inevitables”, pero para otros pueden sonar como “oportunidades de crecimiento”. Quienes dicen la primera afirmación son personas que consideran que un problema es algo insignificante y que no merece mucha atención, es decir que no los afecta, o en el caso extremo también consideran que los problemas son el fin del mundo y que no tienen remedio. Este tipo de personas siempre evaden los problemas realizando actividades para mantener la mente ocupada, esto significa que salen de compras, realizan algún deporte, se conectan en cuerpo y alma a internet o canalizan gran parte de la energía en trabajo y mas trabajo o en rumba y mas rumba. No se pretende decir que las actividades antes mencionadas son nocivas, lo que se quiere decir es que si no se manejan sanamente nos pueden desconectar de la realidad y convertirnos en personas poco fuertes ante una dificultad. Entonces ¿Qué hacer?.... para esto tendremos que analizar a las personas que creen en la segunda afirmación: los problemas son oportunidades de crecimiento.
Quienes afirman esto son en realidad personas que no le temen a las dificultades y que son conscientes de que para ser felices no hay que esperar a que todo salga bien, pues son cobardes o poco realistas aquellos que desconocen una realidad difícil es la que moldea al Ser Humano y lo prepara para retos mayores. Pero la mejor noticia es que la vida no nos pone cargas que sean superiores a nuestras fuerzas, esto significa que somos medidos acorde a nuestras capacidades, pues lo que pasa es que nuestros miedos e inseguridades hacen que los problemas se vean cada vez más grandes a nuestras posibilidades. El Ser Humano desde su fecundación demuestra ser capaz de salir adelante, pues ser el primero y único entre millones de gametos que buscan un espacio dentro del óvulo femenino es cosa seria, y este hecho lo único que significa es que todos en la vida tenemos un proyecto que Dios ha puesto en nuestras manos y que muchas veces por seguir nuestros caprichos y lo que no nos conviene nos vemos envueltos en situaciones inesperadas que nos generan incertidumbre, dolor o tristeza y que lo mejor que podemos hacer es enfrentar dichas situaciones sin escapar de la realidad, y así crecer como personas y prepararnos para futuras situaciones difíciles, pues el mundo fue creado para que sobrevivan los fuertes, ya que los débiles son arrastrados por la corriente y terminan afrontado una vida no deseada.
Así que ¡animo! mientras hay vida, hay esperanza y la paciencia todo lo puede y no existen pesares eternos a no ser que así los queramos ver.
Así que ¡animo! mientras hay vida, hay esperanza y la paciencia todo lo puede y no existen pesares eternos a no ser que así los queramos ver.